El Gordo se llama Alfredo Martelli. Gringo de pura cepa: fierrero, autoritario, parcialmente racista, canchero y calentón; pero mamero y con un corazón de dulce de batata. Abogado devenido en comprador, se encarga de las grandes compras del Consorcio (equipos, materiales, maquinaria, etc.). Últimamente se le sale la cadena muy fácil. A ver… Nunca fue un tipo muy relajado que digamos, pero ahora está sacado. Reconozco que no es fácil andar persiguiendo a los proveedores; y máxime en estas latitudes, donde tienen el compromiso de una berenjena. Además está en uno de esos puestos donde no hay margen de error, porque si un material o equipo no se compra a tiempo, se retrasa todo el proyecto. Encima es facilísimo determinar si la cagada fue por culpa suya o no. No hay forma de endosarle la culpa a otro.
El Gordo también ostenta, entre otros, los siguientes apodos:
1) Gordo Peronista
2) Gordo Dulce
3) Gordo Depre
4) Gordo Menopáusico
5) Gordo Facho
6) Gordo Tuerca
7) Gordo Fulbo
8) Gordo del Fuego
9) Botija Rubio
10) Carlín Cantoni
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