Capítulo 56 – Duelos, Alabama y el Lobo



Muy a pesar de los deseos del Gordo, nos tomamos dos días de duelo.

El Ucraniano se fue a escalar, Murdock se fue a un polígono de tiro, el Gaita se fue a caminar hacia la nada, el Turco vió videos viejos de Boca, el Cordobés se volvió solo en el Toro, escuchando Almendra.

Cada uno eligió el duelo que se le antojó.

Con Alabama fuimos a la Sierra Nevada de Santa Marta, a encontrarnos con los Wayúu.

De meditada y eficaz manera sabe reconfortar (y hacer olvidar) Alabama. De meditada y eficaz manera sabe pasar música Alabama. De meditada y eficaz manera recordamos ideas. De meditada y eficaz manera deberemos transitar caminos olvidados.

Los Wayúu nos invitaron una cena de cabrito y lulo. La preparación fue tan sublime que una modorra hipnótica nos remontó hasta lo más alto de la espiral de vapor y comenzamos a seguir al espíritu del cabrito, quien nos guió hacia un desierto y al detenernos por primera vez, lo perdimos de vista. Quedamos solos. A nuestras espaldas, la loba madre observándonos desde lo alto del tótem. Sus cachorros jugaban alrededor nuestro y nos entretuvimos con ellos largo rato. A nuestras espaldas, el chamán Wayúu.

Señala a lo lejos, donde se observa una cuasi imperceptible bruma. Es el Lobo, que viene corriendo. Un hijo de la loba madre. Hacia allá se ve el futuro, hacia abajo se ve el presente (mientras tanto, uno de los cachorros jugaba con mis cordones).

Encendió el chamán una gran rama de Eucalipto y asó el cabrito. Mientras se preparaba, nos contó la historia de la loba madre. En el momento oportuno, nos convidó carne y fruta. La preparación fue tan sublime que una modorra hipnótica nos deslizó hasta la base de la espiral de vapor y nos encontramos dormidos en el piso de la choza, con el fuego aún encendido.

Nos despertó la tormenta eléctrica que recién había explotado. Desvelados, charlamos sobre el viaje. Sobre todo el Viaje. Relámpago. El de Trabajo, el de placer. Trueno. Reflexionamos sobre la vida y la muerte. Abrazamos a la Tierra, porque ahí estamos todos, los que se fueron y los que vendrán. Acto y potencia.

Salvo aberraciones aeroespaciales, nada se va de la Tierra. Y si la Tierra se va, nos vamos todos con ella.

Un Lobo viene marchando en reemplazo del que cayó en combate. Allá adelante.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

lindo el viaje a lo adan buenosayres, pero en lares tropicales. Huelo mano del cordobes en el especiado del cabrito, considerando los resultados ...

fernandes dijo...

Pero muchas gracias por la inmerecida comparación.

P.D.: El Cordobés jura que no metió mano.

Madame Lulu dijo...

quisiera conocer a Wayúu

fernandes dijo...

Deberás seguir los pasos de la loba madre. Ella te guiará hasta lo más alto de la Sierra Nevada.

Orlok dijo...

A mi la escena me trajo a Mickey and Mallory (Asesinos por naturaleza). Ahora a Alabama me la imagino como a Juliette Louis pero con 50 Kgs más y mucho mas vello

fernandes dijo...

Pero a Alabama la tenés disponible en la foto... Con una ligerísima distorsión óptica causada por el condimento del cordero, claro.

Orlok dijo...

Es la auténtica wolfmother