Atrás quedaron los preparativos de último momento en casa, despedir a las Turboperras, armar el bolsito, viajar en remisse mirando por la ventana. Viajar atrás, como cuando era chico. Sacar la mano y tocar por última vez el aire de Buenos Aires. Atardecer invernal de melancolía e ilusiones rotas.
El tráfico se complicó en la última recta. Un choque inesperado, una desgracia con suerte y una familia abrazándose al costado de la autopista para superar el susto. Una multitud esperando a la selección en la entrada de la AFA; el pueblo en actitud maternal, recibiendo cariñosamente a sus campeones sin copa, agradeciéndoles por las alegrías del pasado. Porque lo importante es disfrutar del camino, ¿no?
Pero se hizo demasiado largo el camino, interminables esperas en Ezeiza y en Lima. Finalmente, llegar a un Palacete inexplicablemente vacío, llamar a los pibes y no obtener respuesta. ¿Dónde habrán ido?
Llueve en Bogotá.
Abro el mail y la casilla está saturada. Demasiada presión. La volteada de Pepe Luí fue impecable desde lo táctico, pero cuestionable desde lo estratégico. Ahora toda la presión está sobre nosotros. Se nota en los mails. El viejo se mandaba las mil cagadas, pero al fin y al cabo eran sus cagadas. Ahora debemos contrarrestar la inercia de su pésima gestión, descubrir los chanchullos y enderezar el rumbo de este buque dañado.
Tendríamos que haberlo dejado a él solito hundir el barco, y nosotros hacer la plancha. Pero nos dio miedo, o nos jugó una mala pasada el sentimiento de profesionalismo, no se.
La casa está abandonada, un desayuno a medio terminar. Llamo y nadie contesta.
Para variar, afuera sigue lloviendo. No hay nada para hacer.
5 comentarios:
bro, que no cunda el pánico pero... NO SE HABRAN IDO TODOS A LA MIERDA Y TE DEJARON EL PAQUETE A VOS????
y el gordo facho????? lo abandonó?
Seguramente se fueron de putas. Es lo que Orlok haría.
Con respecto a Pepe Lui, la jugada estuvo bien. Había que voltearlo. Ahora hay que voltear la empresa. Que se vengan las bombas. También las motosierras y a llenar las paredes de visceras de zombie.
Tengo un mal presentimiento.
Sigo llamando a todos y nada.
Se puso bizarra la cosa.
Después les cuento bien.
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