Abrir los ojos, la luz, la humedad, el calor, las garrapatas pinchando los talones y de lejos, un leviatán dirigiendo la obra.
Una mezcla de Bison de Street Fighter y Fidel Castro.
Echando humo, como una locomotora de lejos, se lo veía al marino de selva, pitando caño.
Conocido como el Facho Fumong. (Si, muchos fachos around).
Lejos de los gustos del cocainómano impresentable estaban los gustos del FF.
Y la obra iba tranqui, todos felices bajo la orden del patrón.
Navegando en el límite entre dos opiniones encontradas.
Cuando unos lo miran, lo odian.
Cuando unos lo miran, lo aman.
El FF genera pasiones.
El FF No Murió*.
No hay comentarios:
Publicar un comentario