El golpe debía darse en el momento de mayor confusión y con la bronca a punto caramelo; después, hubiera sido tarde… La bronca habría pasado y los assholes ya estarían más atentos. Ahora cada uno puede seguir trabajando con sus cosas, como si nada.
La historia oficial indica que el Facho Fumong y el Gordo fueron secuestrados, en dos etapas, por el mismo grupo armado. Nadie sabe de nuestra escapadita a la Guajira, ni del frustrado rescate, ni de la verdad sobre el secuestro del Facho Fumong, ni de las grabaciones que comprometen al merquero. Tarde o temprano, se la vamos a dar a ese hijo de puta. Se la tenemos que dar; esto no puede quedar así. Sin embargo, hay que pensar cuidadosamente cuándo.
Mientras tanto, TGM S.A. sigue facturando y nosotros, careteando.
La noticia llegó a Buenos Aires; pero Abel estaba entretenido con los quilombos que desató Anónimo en la sucursal de Brasil, así que no tuvimos que soportar sus histerias desde el comienzo. Todo el mundo (que la mira por TV) nos llamó para ver qué había pasado. La historia oficial indica que nosotros no estábamos en el momento del hecho, que nunca fuimos al lugar del hecho, que cada uno estaba en otras obras o viajando.
“Si, esto es terrible. No sabemos nada. Llegamos y ya había pasado. Pobre Gordo… Estamos a la expectativa, con mucho miedo.”
Lógicamente, el cliente también se metió. Todos tienen la cola de paja. Solicitaron conformar un comité de crisis entre el Consorcio, OGT y las autoridades. ¿Pero qué carajo van a resolver si ya está todo cocinado? No importa… Mejor: que se entretengan mientras nosotros nos reacomodamos y pensamos la siguiente jugada, cómo tiramos la bomba y nos vamos volando; a fin de evitar quedar prendidos en una causa por secuestro y estafa.
Terrible sensación sentarse en el escritorio después de días que parecieron milenios. Preguntarse qué hace uno acá. Superar la ansiedad de abrir el e-mail después de tanto tiempo (o tantos eventos, más bien). Boom. La casilla explota de curiosos.
"¿Qué pasó? ¿Cuándo? ¿Ustedes están bien? ¿Cómo fue? ¿Saben si está bien el Gordo?"
Mismo hermetismo, mismo discurso: “Si, esto es terrible. No sabemos nada. Llegamos y ya había pasado. Pobre Gordo… Estamos a la expectativa, con mucho miedo.”
Hasta los Zombies, a pesar del líquido refrigerante que circula por sus venas, estaban pasmados. Eso es buena señal: la farsa sigue intacta y nuestra ansiedad se confunde con el shock del suceso. Mientras el merquero siga inactivo, todo estará bien; aunque tarde o temprano sabrá que al Facho Fumong le pasó algo raro y para ese momento, ya tendríamos que habernos preparado.
Hay que seguir laburando, este no es momento de aflojar ni de hacer las valijas. Hay que seguirla careteando. TGM debe seguir facturando, para hacernos una buena fortuna y poder coimear a quien sea necesario. Hay que hacerla redonda, que valga la pena tanto esfuerzo, vaciar la empresa y tomarse el palo. Murdock se fue para las obras, mientras que el Ucraniano, el Turco y yo nos quedamos en Bogotá.
El show debe continuar.
2 comentarios:
la de caretearla es la peor parte, me da nervios
Si, es un garrón. Es el momento en que todo puede salir mal.
¿Vió el Capítulo 58? Apareció Anónimo.
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